¡Hola a todos! Me llamo Jorge Montaner y soy
exalumno del IES. Acabé el Bachillerato tecnológico hace un año, y el pasado
mes de septiembre empecé el grado en Ingeniería Informática en la Universidad
Politécnica de Valencia.
Hace unos días Rocío Piqueras, la profesora
de Informática del instituto, me pidió que contara mi experiencia en la
universidad, cómo ha sido el cambio, etc. Bien, pues este cambio ha afectado no
sólo al ámbito académico, sino también a otros como el social, y especialmente
el personal.
Durante los años que pasamos en el
instituto nos estamos formando en materias generales mientras decidimos qué
queremos ser y qué queremos hacer cuando acabemos. Esto cambia nada más llegar
a la universidad: ya has elegido y te estás especializando en algo que, a
priori, te gusta. Pero también se
descubre que lo que has elegido es un área muy amplia, y que nuevamente te
tendrás que especializar. En mi caso, tengo cinco cuatrimestres de materias
comunes y luego ya, en tercero, debo elegir una rama: Seguridad, Programación,
etc. No sé muy bien cómo funciona en
otras carreras, pero supongo que sucederá algo similar. Sin embargo, esta
primera especialización ya supone una importante diferencia respecto a
bachillerato, puesto que el hecho de estudiar cosas que realmente te interesan
te motiva más y no te cuesta tanto ponerte a estudiar. Dicho esto, cierto es
que también hay asignaturas que no te acaban de gustar, pero no suelen ser
demasiadas. Si ves que la mayoría de las cosas que estudias no te interesan o
no son lo que esperabas, plantéate cambiar de carrera. Si no estudias algo que
te guste, te resultará más difícil y no estarás satisfecho, y a la larga será
peor. Que tengas un buen expediente en bachillerato no significa que tengas que
estudiar Medicina o Ingeniería Aeroespacial. Haz siempre lo que te guste,
porque es donde más podrás dar de ti mismo.
En cuanto a la dificultad, varía mucho
según la carrera. Sin embargo, algo bueno es el sistema de evaluación, al menos
en las asignaturas cursadas hasta ahora: hay dos exámenes parciales en todo el
cuatrimestre por asignatura, y una recuperación para cada uno de ellos. En mi
carrera tenemos un periodo de evaluaciones un tanto peculiar: no tenemos clase
los lunes. Sin embargo, durante un mes cada cuatrimestre, realizamos ese día el
parcial de cada asignatura (es decir, un examen cada lunes durante un mes), lo
que deja una semana en medio para poder preparar bien dichos parciales (aunque
hay clases). Por otro lado, además de la teoría, en cada asignatura hay una
parte práctica, con lo que no todo es estar en un aula intentando escuchar lo
que dice el profesor (aunque es cierto que las prácticas de algunas asignaturas
pueden ser menos interesantes que la parte teórica, pero la asistencia suele
ser obligatoria, y en varias asignaturas es necesario aprobar las prácticas
para aprobar).
En lo que más se nota el cambio es en la
posibilidad de elegir lo que quieres hacer en cada momento. Dado que hay
asignaturas que no son de asistencia obligatoria (aunque hay que acudir como
mínimo al 20% de las clases por normas internas de la Escuela), puedes elegir
si ir o no, al contrario que en cualquier otra etapa educativa. Supone, a nivel
personal, ser capaz de saber de qué manera puedes rentabilizar tu tiempo y tu
formación. Si sabes que el contenido que se va a dar en una clase lo puedes
aprender por tu cuenta en menos tiempo, tal vez te resulte más conveniente no
ir a esa clase y dedicar tu tiempo a otros asuntos. También está, claro, la persona
que se lo piensa mejor en el último momento y entra a clase faltando diez
minutos.
En el apartado social, si antes hacías la
mayor parte de tu vida en L’Eliana, en muchos casos empezarás a hacerla en
Valencia, ya que en tu clase cada uno será de un pueblo o ciudad diferente, y
acabaréis saliendo por Valencia.
Y respecto a lo del lugar donde vivir…, si
en L’Eliana no tienes mucho que hacer entre semana y te lo puedes permitir,
puedes plantearte compartir piso en Valencia. En primer lugar, por la distancia:
yo no puedo permitirme vivir en Valencia por las actividades que tengo que
realizar en L’Eliana y alrededores durante la semana, lo que significa que me
desplazo a Valencia y vuelvo cada día. Esto deja dos opciones: o compartir
coche, o viajar en metro, que es lo que hago yo. Esto significa una hora de
viaje de ida y una hora y tres cuartos de viaje de vuelta, lo que al día
significa dos horas y cuarenta y cinco minutos, a la semana (con cuatro días de
clase solamente) 11 horas… En definitiva, mucho tiempo (que se puede emplear
para leer o incluso estudiar). En segundo lugar, porque tienes más libertad. Y
por último, porque las experiencias de gente que lo está haciendo son buenas.
Puedo decir que mi experiencia en la
universidad (la UPV en mi caso) ha sido satisfactoria hasta ahora, y que el
cambio del instituto aquí ha sido para bien. Espero que vuestra experiencia sea
igual de buena (o mejor) en años venideros.
Finalmente, sólo me queda desear mucha
suerte en Selectividad y en los exámenes finales a la gente que este año
estudia segundo de bachiller.
No hay comentarios:
Publicar un comentario